Mi proceso comenzó hace ya dos años debido a una baja laboral por depresión. Sin haber cumplido aún los 30, ya estaba destrozada anímicamente y sin ningún tipo de energía vital que me permitiera seguir adelante con normalidad.

Poco a poco, Isabel fue ayudándome a contactar otra vez conmigo, con mis necesidades y emociones. Empecé a entender cómo funciona mi cuerpo, mi mente, el por qué reacciona de esta manera, dónde está el origen de mi comportamiento y cómo lo puedo afrontar de una manera segura.

Después de mucho trabajo muy bien dirigido, he conseguido que mi cuerpo esté mucho más relajado, prestándome mayor atención y cuidado, protegiéndome. No ha sido fácil, pero de la mano de Isabel hemos ido analizando las situaciones, empleando todas las herramientas que me ha enseñando para sobrellevar los altibajos que me voy encontrando en la vida de la manera más saludable. Puedo asegurar que, desde nuestra primera cita, ha habido un antes y un después en mi vida. No solo lo noto yo, la gente de mi alrededor también ha percibido este cambio radical. Tengo más presencia, más autoestima y vuelvo a ser yo. No puedo más que agradecer la dedicación, paciencia y, sobre todo, el cariño que noto por parte de esta gran profesional durante nuestras sesiones, siempre estando ahí en cualquier ocasión para tranquilizarme y ayudarme.

Hace unos años sabía que algo me pasaba. Empecé con reiki, sentí que necesitaba algo más para calmar mi mente, no me funcionaba. No dormía, sentía presión en el pecho, discusiones familiares y mala relación en pareja. No encontraba el sentido de mi vida, no entendía por qué volvía a sufrir ni que mi fuerza saliera desde la rabia, pasaba por lo mismo una y otra vez, al final cedía en el deseo de los demás e igualmente me hacían ser culpable hiciera lo que hiciera, Isabel me acompañó durante mi cambio, para comprender q mi rabia solo escondía dolor, a ponerle nombre a mis sentimientos, que mi culpabilidad sólo venía marcada por patrones que aprendí de pequeña y que la pareja que tanto daño me hacía solo era el reflejo de lo que mi cabeza reconocía, aunque me hiciera daño.

Mi gran lucha siempre ha sido salir de ese círculo, que respetasen mi forma de pensar y actuar, por hacer las cosas de otra manera no era mala, la culpa siempre estaba presente. Me ayudó a poner límites, a hablar directamente pidiendo lo que quiero y a reconocer los por qué de mis actos. Me enseñó a quererme bien y a validar el amor de mis padres, ahora tengo una buena relación con ellos desde el respeto y sobre todo desde el amor.

Me ha llevado de la mano y a ver a través de sus ojos mi evolución como mujer y poder recuperar la autoestima que no tenía. Con su ayuda he comprendido que las personas que están en mi vida no han cambiado, pero yo sí y las cosas que tanto daño me han hecho han tomado otro color más bonito. Me siento tranquila y con una visión diferente, gracias a su ayuda soy otra. Para mi Isabel ha sido un pilar muy importante, ha sabido guiarme y orientarme. Siento que le debo mucho, si os pasa algo parecido o situaciones que necesiten de ayuda profesional, Isabel es la persona perfecta, para mí la mejor.

Gracias Isabel por tanto

Desde la primera sesión con Isa me sentí entendido y reconfortado.

Con ella he iniciado un camino que ya no tiene retorno, un viaje difícil y hermoso que me está llevando a conectar conmigo y con los demás, a dejar atrás mi ansiedad, a tratar de llevar una vida más feliz, plena y amable.

Cuando llegué a Isabel, una parte muy grande de mi realidad interior no tenía palabras, sabía que estaba ahí pero no la comprendía. Isabel, como una maestra tejedora, me ayuda a encontrar los nudos sueltos, dirige sabiamente mi atención a esos lugares y está presente conmigo.

Me acompaña con herramientas de ámbitos y sensibilidades muy diversas para llevar a cabo mi proceso de sanación, contando siempre con su apoyo, su guía y su presencia empática y cercana. Trabajar con ella es un espacio seguro en el que tiene lugar tanto lo más sencillo como lo más complejo. Agradezco siempre haberla encontrado.